27 de noviembre de 2025

El espejismo de la desaceleración: la inercia de los tarifazos aumenta el costo de vida en diciembre

Este fenómeno, donde la inflación minorista se desacelera pero los gastos fijos básicos continúan subiendo, refleja una falla estructural en la capacidad de las políticas económicas para aliviar la presión sobre el bolsillo de la mayoría.

Diciembre llega con una oleada de aumentos programados en servicios esenciales, poniendo en tensión la percepción de una inflación general a la baja. Mientras las estimaciones privadas sitúan la inflación de noviembre en un moderado 2,5% a 2,6%, el costo de vida real para los argentinos sigue su escalada mensual.

El ajuste es encabezado por el transporte público , que mantiene su dinámica de incrementos tarifarios. El boleto de colectivo subirá alrededor del 4,4% , llevando los pasajes en la Ciudad de Buenos Aires a un promedio de $594 y $1.207 en el subte.

Este incremento, aunque porcentualmente pequeño, tiene un impacto regresivo, golpeando desproporcionadamente a los sectores de menores ingresos que dependen del transporte diario para trabajar y movilizarse.

La salud y el peso fijo de la vivienda

Prepagas: ajustes inevitables. El sector de la salud prepaga no da tregua, con aumentos de entre 2,1% y 2,5% . Si bien son menores a los registrados en meses anteriores, su carácter de gasto fijo e indispensable asegura que el costo de un plan familiar de alta complejidad siga superando con holgura los $200.000 .

La continuidad de estas subas mensuales, independientemente de la evolución del índice general de precios, erosiona el poder adquisitivo y fuerza a las familias a realizar ajustes en otros rubros.

Alquileres: el mayor castigo anual. El mercado de alquileres exhibe la mayor rigidez a la baja. Los contratos que cumplen su ciclo anual de ajuste se enfrentarán a un salto del 39,2% , una cifra que representa un duro golpe al presupuesto familiar que deberá ser absorbido de inmediato.

Incluso con las actualizaciones trimestrales (6,43%) y cuatrimestrales (8,46%) más «suaves», el ritmo de crecimiento del gasto habitacional sigue siendo la principal preocupación de los inquilinos, quienes además lidian con expensas en alza.

Servicios básicos y alimentos: la presión diaria

A esto se suma el impacto indirecto en la energía , donde, si bien no hay anuncios de nuevas tarifazos, las facturas de luz reflejarán la suba derivada del ajuste en el Costo Propio de Distribución ( CPD ), con incrementos promedio del 3,53% para usuarios de Edesur y del 3,6% para Edenor. Este es un recordatorio de que los costos operativos de las empresas se trasladan de forma sistemática a los consumidores.

Finalmente, el informe destaca con tono crítico la situación de los alimentos , cuyos aumentos se registran a menudo semanalmente. Este «golpe diario» al bolsillo de las personas es el que más mina la estabilidad económica de los hogares.

Los incrementos en rubros sensibles, como el transporte y los servicios, junto con la constante variación de los precios de los alimentos, configuran un escenario donde la baja nominal de la inflación se convierte en un espejismo para el ciudadano, cuya calidad de vida sigue deteriorándose.

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