2 de octubre de 2025

El ENAC repudió las operaciones mediáticas y los dichos del Senador Juan Carlos Romero de Salta

En la sesión virtual del pasado jueves, la Cámara Alta nacional sancionó la ley que regula el teletrabajo en Argentina por 40 votos a favor y 30 en contra, todos estos provenientes de Juntos Por el Cambio.

Los representantes de la oposición atacaron el proyecto e hicieron propios los argumentos de los grandes empresarios nucleados en el G6, al considerar que la regulación es excesiva. En su exposición, el ex gobernador salteño Juan Carlos Romero, atacó a las Pymes nucleadas en la Asociación de Empresas Nacionales (ENAC). Sergio Leavy y Nora Giménez apoyaron el proyecto.

La iniciativa, que venía con media sanción de Diputados, modifica la Ley de Contrato de Trabajo incorporando una serie de principios generales. Entre ellos, considera el teletrabajo una modalidad laboral cuando las tareas se realizan en forma parcial o total en el domicilio o en lugares distintos al establecimiento de la empresa.

Más del 80% de los trabajadores de las distintas reparticiones públicas de la provincia están ejerciendo sus labores cotidianas de esa manera como una medida adoptada para evitar los aglomeramientos en medio de la pandemia. Muchas empresas privadas también han optado por la misma modalidad, generando en muchas ocasiones, más dependencia y carga horaria en sus empleados.

Con amplio acompañamiento sindical y de las pequeñas y medianas empresas, el proyecto establece presupuestos legales mínimos para cada rama de la actividad y serán acordadas en los convenios colectivos que negocien los gremios y empresarios de cada sector.

El trabajador será beneficiado, ya que implica acordar “la desconexión digital” entre empleado y empresa, o por convenio, “si son ocho horas de contacto que tiene que haber con la empresa, son ocho horas, no nueve, ni diez, ni 24 horas. En algún momento el trabajo diario termina. Eso tiene que estar preacordado», dijo el presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales (ENAC), Leo Bilanski, en la reunión de la comisión de Trabajo de la Cámara Alta.

También atiende los derechos y la remuneración salarial, que deberá ser la misma que se percibe trabajando de manera presencial. El cambio de una posición de trabajo presencial a uno de teletrabajo deberá ser voluntario y el consentimiento tendrá que prestarse por escrito.

Las personas que trabajen en tareas de cuidado y acrediten tener a su cargo, de manera única o compartida, el cuidado de personas menores de 13 años, con discapacidad o adultos mayores que convivan con el trabajador y que requieran asistencia específica, tendrán derecho a horarios compatibles con las tareas de cuidado a su cargo, o a interrumpir la jornada.

El empleador deberá proporcionar el equipamiento, las herramientas de trabajo y el soporte necesario para el desempeño de las tareas. Asimismo, tendrá que asumir los costos de instalación, mantenimiento y reparación de estas herramientas, o compensar por la utilización de herramientas propias de la persona trabajadora.

En lo que respecta a las prestaciones transnacionales, se aplicará el contrato de trabajo respectivo de la ley del lugar de ejecución de las tareas o la ley del domicilio del empleador, según sea más favorable para la persona trabajadora. En el caso de contratación de personas extranjeras no residentes en el país, se requerirá la autorización previa del Ministerio de Trabajo. Los convenios colectivos deberán establecer un tope máximo de trabajadores foráneos.

Fue justamente sobre este último punto que la oposición, impulsada por la demanda de las grandes empresas que muchas veces representan intereses multinacionales, intentó volver el proyecto a Diputados para su reforma y desdibujar la regulación del “trabajo importado”.

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