El cambio climático intensificó los daños del huracán Melissa: un análisis revela un vínculo directo
Expertos en ciencias atmosféricas coinciden en que estos hallazgos representan un aviso claro sobre cómo el calentamiento global puede transformar la naturaleza de las tormentas tropicales y aumentar su potencial destructor. La comunidad científica continúa estudiando estos vínculos para mejorar la predicción y reducir el impacto de fenómenos meteorológicos extremos en el futuro.

Un nuevo análisis publicado el jueves revela que el cambio climático provocado por actividades humanas agravó significativamente los daños ocasionados por el huracán Melissa en el Caribe.
La investigación, realizada por World Weather Attribution, concluye que el calentamiento global incrementó en un 7% la velocidad máxima de los vientos y en un 16% la intensidad de las precipitaciones asociadas con la tormenta.
Melissa, uno de los huracanes más potentes que ha tocado tierra en el Atlántico, dejó un devastador saldo en Jamaica, Haití, República Dominicana y Cuba, con decenas de víctimas y daños materiales considerables. La tormenta arrancó techos, dañó hospitales, provocó derrumbes y arruinó cultivos en su paso por la región.
El análisis explica que las aguas oceánicas en la trayectoria de Melissa estaban aproximadamente 1,4°C más cálidas que en un escenario preindustrial, lo que proporcionó una fuente adicional de energía a la tormenta. Los expertos señalan que temperaturas más cálidas y mayor humedad atmosférica hacen que los huracanes puedan fortalecerse más rápidamente y descarguen lluvias más intensas.
Los científicos advierten que estas condiciones extremas son seis veces más probables en un mundo donde el clima ha sido alterado por el ser humano. Además, Melissa experimentó una rápida intensificación, un fenómeno que en el contexto actual se ha vuelto más frecuente y que aumenta la peligrosidad de estos fenómenos meteorológicos.
Los investigadores también destacaron que, en un escenario sin influencia humana, la velocidad del viento y la intensidad de Melissa habrían sido menores, reduciendo en consecuencia el impacto y los daños económicos asociados. La relación entre el cambio climático y la intensificación de los huracanes refuerza la necesidad de abordar la crisis climática para mitigar futuros desastres.
