Ecuador rechazó en referéndum las bases militares extranjeras y reforma constitucional, duro golpe para Noboa
Este resultado marca un momento decisivo en la historia política de Ecuador, reafirmando su postura de mantener su soberanía y rechazando cambios que podrían alterar su estabilidad democrática en un contexto de creciente inseguridad y desafíos regionales.

En una histórica jornada electoral celebrada este domingo, los ciudadanos ecuatorianos rechazaron contundentemente dos propuestas clave que buscaban modificar el rumbo del país. La población votó en contra de permitir la instalación de bases militares extranjeras y de abrir un proceso para reescribir la Constitución, lo que representa un revés importante para el presidente Daniel Noboa.
El resultado del referéndum, en el que seis de cada diez votantes expresaron su rechazo, refleja la resistencia de la ciudadanía a cambios que, según críticos, podrían afectar la soberanía y la estabilidad democrática del país. Noboa, un conservador cercano a la Administración Trump, había impulsado estas reformas, argumentando que eran necesarias para fortalecer la seguridad y combatir la delincuencia.
Tras conocerse los resultados, el mandatario expresó en su cuenta de X que respetará la voluntad del pueblo y continuará trabajando por el bienestar del Ecuador. Sin embargo, la decisión popular deja en evidencia las preocupaciones sociales respecto a la presencia militar extranjera y las reformas constitucionales propuestas.
Ecuador, con una población de 18 millones de habitantes, enfrenta desafíos graves relacionados con el aumento de la violencia vinculada al narcotráfico y la presencia de grupos criminales. La nación ha sido escenario de ataques contra autoridades y periodistas, además de ser un punto estratégico en el tráfico de drogas procedente de Colombia y Perú.
El referéndum también incluía consultas sobre la reducción del número de legisladores y la disminución del financiamiento público a los partidos políticos, propuestas que también fueron rechazadas por la ciudadanía. Noboa defendía estas medidas como formas de reducir el gasto público y mejorar la eficiencia del sistema político, pero los votantes mostraron su preocupación por la posible afectación a la representación y el acceso a recursos en comunidades vulnerables.
