23 de noviembre de 2025

Datos oficiales: el 97% de las empresas descarta contratar personal

Este incipiente optimismo —impulsado por percepciones más favorables sobre la inflación y la demanda interna— insinúa un cambio de clima. Sin embargo, al descender del plano de las expectativas al de la inversión en capital humano , la realidad laboral del sector fabricante permanece congelada .

La industria argentina navega en una contradicción cada vez más marcada. Según el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) del INDEC, las expectativas de los industriales mostraron un nivel mejoría en octubre, situándose en –22,8 puntos, tras seis meses de caída.

El dato más contundente y preocupante del relevamiento es que un abrumador 97% de las empresas industriales descartó la contratación de personal para el período noviembre-enero. Solo el 3,4% de los encuestados planea ampliar su plantilla, una cifra que incluso retrocede respecto a septiembre (3,7%). Esta parálisis en la creación de nuevos puestos de trabajo se convierte en el principal último sector del sector.

La prudencia se impone sobre el optimismo

La desconexión entre la mejora en la «confianza» y la inacción en el «empleo» revelan una profunda prudencia empresarial. Si bien se reduce ligeramente el porcentaje de firmas que anticipan despidos (del 18% al 16,5%), la gran mayoría ( 80,1% ) proyecta mantener su dotación sin cambios.

Esta postura es una señal clara de que, a pesar del ligero repunte en las expectativas, la situación actual de la industria es aún demasiado débil para justificar asumir nuevos costes laborales.

El informe de noviembre mostró deterioros en variables clave como ventas, acciones y posición financiera . Es decir, la realidad operativa es más dura que la percepción futura. Las empresas parecen priorizar la conservación de márgenes y el sostenimiento de sus estructuras actuales antes que la expansión.

La baja demanda interna, el gran obstáculo

La raíz del estancamiento, según los propios industriales, reside en la baja demanda interna , identificada como el mayor obstáculo por el 50,2% de las firmas. Con solo el 13,3% de las empresas esperando aumentar su producción para el inicio del verano, y el 64,3% sin prever cambios, es lógico que no haya incentivos para ampliar plantillas.

En este contexto, la mejora en el ICE parece ser un «veranito» de expectativas moderadas , un freno a la caída, pero no un verdadero motor de reactivación. La industria argentina se dirige al final del año con el freno de mano puesto en materia laboral, donde el estancamiento del empleo actúa como el principal indicador de que la recuperación económica, si bien se insinúa en el espíritu empresarial, todavía está muy lejos de materializarse en la economía real.

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