13 de noviembre de 2025

CTA advirtió que la fuga del préstamo del FMI agrava la deuda y la pobreza en Argentina

La cifra, equivalente a más de 5.200 millones de dólares en salida de divisas entre abril y mayo, pone en evidencia el fracaso de la estrategia financiera basada en el ingreso de capitales especulativos y altos rendimientos en pesos.

El intento del Gobierno de estabilizar la economía argentina mediante el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) muestra signos de agotamiento acelerado. Un informe reciente del Centro de Investigación y Formación de la CTA (CIFRA) reveló que el 44 % del préstamo de 12.000 millones de dólares otorgado por el organismo internacional ya se fugó del país en menos de dos meses.

El estudio, elaborado por los economistas Pablo Manzanelli y Leandro Amoretti, sostiene que el crédito del FMI no logró generar condiciones para una nueva fase de valorización financiera y, por el contrario, sirvió como “blindaje que no blinda”. En ese marco, el Gobierno se encuentra atrapado entre la presión del dólar, la pérdida de reservas y una economía estancada que no logra traducir la estabilidad fiscal en mejoras concretas para la población.

Hugo Yasky, secretario general de la CTA y diputado nacional, sintetizó el diagnóstico con una advertencia tajante: “Nos vendieron que esto era estabilidad, pero solo está quedando un país más endeudado, más pobre y más injusto”. A través de sus redes sociales, apuntó directamente al ministro de Economía, Luis Caputo, a quien acusó de reeditar el mismo esquema de 2018, cuando otro préstamo del FMI terminó financiando la fuga de capitales.

La situación cambiaria es uno de los elementos centrales del análisis. Desde julio, la aceleración del tipo de cambio comenzó a erosionar los rendimientos en dólares de las LECAP, instrumentos clave en la estrategia oficial. Esto produjo un retroceso en la entrada de fondos especulativos y forzó una nueva fase de salida de capitales. Según CIFRA, este proceso de desarme financiero es el que empujó la reciente inestabilidad cambiaria, poniendo en jaque el objetivo de controlar la inflación y sostener el poder adquisitivo.

Las consecuencias sociales ya son visibles. El informe denuncia una caída del 4 % del salario real registrado en el sector privado durante 2025 y un crecimiento del desempleo hasta el 7,9 %. A esto se suma el freno del consumo, la contracción de la actividad económica y una distribución del ingreso cada vez más regresiva. “Se destruyen empleos, se destruye el salario, se destruye el consumo”, resumió Yasky, reflejando el deterioro en el plano social.

Además, el panorama de la deuda externa empeora. Entre agosto y diciembre de 2025 vencen más de 10.000 millones de dólares en compromisos en moneda extranjera, mientras que hacia 2027 los vencimientos se disparan a 36.000 millones. Esta proyección, sumada a la caída de reservas y el contexto de inestabilidad, refuerza el temor a una nueva crisis de deuda.

Lejos de la narrativa oficial de “estabilidad macroeconómica”, el informe de CIFRA y las declaraciones de la CTA reflejan una creciente preocupación por el rumbo del país. Con niveles de endeudamiento cada vez más altos y una economía que no despega, el modelo financiero vigente parece empujar a Argentina hacia un ciclo ya conocido: ajuste, fuga, recesión y crisis.

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