Coronavirus, si la proteína muta lo suficiente, las futuras vacunas podrían fallar
El biólogo David Pulido Gómez, puntualizó que, “Lo que es alarmante es que si los niveles del virus son mucho más altos, se necesitaría que las vacunas generasen mayores niveles de anticuerpos. Y eso puede ser un gran problema”, advierte.

Las malas noticias del nuevo coronavirus están grabadas en su genoma: un texto de 30.000 letras con las instrucciones suficientes para colarse en una célula humana, tomar el mando y fabricar miles de copias de sí mismo. La variante original del virus ha sido sustituida en prácticamente todo el mundo por otra con una mutación característica.
En la posición 23.403 del genoma, una letra A cambia por una G. La comunidad científica investiga ahora si esta mínima modificación implica una mayor facilidad del virus para transmitirse. En una persona —con un genoma muchísimo mayor, de 3.000 millones de letras— un cambio en una sola letra puede explicar, por ejemplo, el albinismo. O incluso una enfermedad genética letal.
Un equipo liderado por la bióloga estadounidense Bette Korber ha observado que la nueva variante del coronavirus, denominada G614, se ha hecho dominante en la pandemia allá donde se mire. Incluso en las ciudades en las que la anterior cepa estaba ya asentada, cuando llegó la G614 acabó imponiéndose rápidamente.
En los hospitales, los datos de un millar de pacientes sugieren que la G614 se multiplica más en la garganta que la anterior variante —denominada D614—, aunque la enfermedad no es más grave. Korber, del Laboratorio Nacional de Los Álamos (EE UU), cree que la nueva variante tiene “una ventaja adaptativa”. Si ya eran malas noticias envueltas en proteína, ahora podrían ser peores.
El cambio de letra se encuentra en la región del genoma que contiene las instrucciones para fabricar las proteínas de la espícula del coronavirus, las protuberancias que le dan su inconfundible forma de maza medieval y que además sirven de llave para entrar en las células humanas. Las alarmas han saltado porque muchas de las vacunas experimentales más avanzadas están diseñadas, precisamente, a partir de la espícula del virus detectado en Wuhan al comienzo de la pandemia. Si la proteína muta lo suficiente, las futuras vacunas podrían fallar.
Algunos investigadores son muy escépticos ante la conclusión de que la nueva variante es más infectiva. “Los valores de carga viral son solo ligeramente distintos. El éxito de la mutación bien podría explicarse porque apareció justo cuando el coronavirus estaba empezando a dispersarse por el mundo. Es una explicación alternativa que no implica cambios ni en la virulencia ni en la transmisibilidad”, reflexiona Iñaki Comas, biólogo del CSIC.
El genetista Fernando González Candelas, codirector del proyecto español, explica que, “La mutación ha aparecido más de una vez, pero solo ha aumentado su frecuencia hasta ser dominante una de ellas”, detalla el investigador, de la fundación valenciana Fisabio.
La primera vez que se detectó esta variante fue el 20 de febrero en Italia. Antes del 1 de marzo, este tipo constituía el 10% del millar de secuencias genéticas analizadas en el mundo. En marzo ya alcanzaba el 67% de los 15.000 genomas estudiados. Y entre el 1 de abril y el 18 de mayo ya representaba casi el 80% de los más de 12.000 virus secuenciados en ese periodo, según los datos del nuevo estudio, publicado en la revista científica Cell. La transición a la variante G614 comenzó en Europa y siguió en Norteamérica, Oceanía y Asia.
La hipótesis del equipo de Bette Korber es que el virus mutado se multiplica más en las células humanas, lo que facilita su transmisión entre las personas, pero faltan pruebas definitivas de que esto sea así.
“Yo me inclino más por pensar que el virus sí ha cambiado su comportamiento luego de la mutación, pero la información aún es inconcluyente”, opinó el virólogo colombiano Javier Jaimes, que investiga la espícula del coronavirus en la Universidad de Cornell (EE UU). “Aún hacen falta estudios en donde se pueda demostrar que las personas infectadas con el virus mutado excretan de verdad más partículas virales infecciosas”, señaló el experto.
Fuente: El País