29 de septiembre de 2025

Córdoba retoma la senda del endeudamiento externo: luces y sombras de la colocación por US$ 725 millones

La provincia de Córdoba concretó esta semana la primera colocación de deuda externa de un ente público argentino en casi ocho años, en un escenario de fragilidad macroeconómica y elevada percepción de riesgo país.

La administración de Martín Llaryora emitió un bono bajo Ley del Estado de Nueva York por US$ 725 millones, con vencimiento en 2032 y una tasa de interés del 9,75% anual, que refleja de forma contundente el elevado costo que los inversores internacionales exigen a la Argentina, incluso a una provincia con mejor reputación fiscal relativa.

El esquema de amortización contempla tres pagos anuales entre los años 2029 y 2031, mientras que los intereses se cancelarán en forma semestral. Según el Ejecutivo cordobés, los recursos servirán para financiar proyectos de infraestructura y para recomprar parte de la deuda con vencimiento en 2027, por un monto de US$ 300 millones. Esa operación de recompra se realizará a un precio de US$ 955 por cada US$ 1.000, un descuento moderado que no alivia del todo la presión financiera futura.

Pese a que el gobierno provincial destacó que recibió ofertas por más de US$ 1.000 millones —frente a los US$ 500 millones originalmente buscados—, el nivel de participación de inversores locales (superior al 40%) y las bajas calificaciones de Moody’s (Caa2) y Fitch (CCC+) advierten sobre la fragilidad estructural de la operación. No es menor que buena parte de la demanda provenga de actores argentinos, dado que muestra limitaciones para captar inversores genuinamente externos dispuestos a confiar en la solvencia de la provincia a largo plazo.

Córdoba logra así ser la primera administración en regresar al financiamiento externo desde 2017, en un país que arrastra una seguidilla de defaults, reestructuraciones y crisis de deuda. El regreso al crédito en moneda dura, a tasas que rozan el 10% anual, expone el dilema de muchas provincias: mantener obra pública y atender vencimientos sin apoyo suficiente del Tesoro nacional, a costa de endeudarse caro en un mercado internacional que sigue castigando el riesgo argentino.

Aunque el gobierno provincial defiende esta emisión como parte de una estrategia integral de sostenibilidad fiscal, el alto costo del financiamiento y la dependencia de recursos futuros para repagarlo podrían comprometer la estabilidad provincial si el contexto económico empeora.

El aplauso oficial choca con la duda de fondo: ¿es prudente retomar la toma de deuda en dólares bajo condiciones tan desfavorables, cuando la historia argentina demuestra la vulnerabilidad de sus administraciones al endeudamiento excesivo?

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