COP30: la UE rechaza la propuesta de la eliminación progresiva de los combustibles fósiles
A pesar de que las conversaciones estaban programadas para concluir el viernes, las negociaciones se extendieron más allá de la fecha límite, debido a la necesidad de resolver varias diferencias entre los países, muchas de las cuales se llevaron a cabo en reuniones cerradas de alto nivel.

Las delegaciones participantes en las negociaciones de la ONU sobre el clima continuaron trabajando hasta altas horas de la madrugada del sábado, en un esfuerzo por alcanzar un acuerdo común en medio de intensas discusiones sobre el futuro de la lucha contra el cambio climático.
Un nuevo borrador presentado por Brasil aborda temas críticos, incluyendo la asistencia financiera a las naciones más vulnerables y la intensificación de los compromisos nacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que alimentan el calentamiento global. Sin embargo, la Unión Europea ha expresado su rechazo al texto actual, y la aprobación definitiva dependerá de lograr un consenso entre cerca de 200 países participantes.
Uno de los puntos más polémicos sigue siendo la creación de una hoja de ruta concreta para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, responsables en gran medida del incremento de eventos climáticos extremos. Aunque hace dos años en las negociaciones en Dubái se acordó una frase clave —»abandonar» los combustibles fósiles— todavía no se ha definido un calendario ni un proceso claro para lograrlo. Países productores de petróleo como Arabia Saudí y Rusia muestran resistencia a un proceso de eliminación rápida, complicando la adopción de medidas más drásticas.
Varios países, incluyendo a más de 80 naciones y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, han reclamado una postura más firme en las negociaciones. La Unión Europea, representada por el Comisario Wopke Hoekstra, ha rechazado el borrador actual y ha advertido que podría abandonar las conversaciones si no se cumplen sus exigencias de acciones contundentes para reducir las emisiones.
Las negociaciones se han visto también afectadas por incidentes como un incendio ocurrido el jueves en los pabellones de la conferencia, conocida como COP30, ubicada en la Amazonía. Aunque sin heridos graves, el incidente provocó la pérdida de varias horas de trabajo y reavivó las tensiones en medio de un proceso ya de por sí complejo.
En cuanto a las propuestas en torno a la transición energética, el borrador reconoce que el cambio hacia emisiones bajas es irreversible y que la tendencia futura apunta a un desarrollo resistente al clima. Además, señala que el Acuerdo de París de 2015, que busca limitar el incremento global de temperatura a 1,5 grados Celsius, continúa siendo efectivo, aunque los planes nacionales presentados hasta ahora no alcanzan ese objetivo.
El texto también contempla un posible plan para los próximos dos años, aunque no establece una hoja de ruta detallada para la eliminación de los combustibles fósiles. Entre las naciones que consideran insuficientes las propuestas se encuentran países ricos como Reino Unido, Francia y Alemania, así como países insulares vulnerables como Palau, las Islas Marshall y Vanuatu.
Las negociaciones, que suelen cerrarse cuando ninguna nación presenta objeciones formales, continúan en un escenario de altas tensiones e intensos debates, en un intento por lograr un acuerdo que permita avanzar en la lucha global contra el cambio climático.
