China amplía cooperación militar en plena tensión caribeña
En medio de la presencia creciente de la Cuarta Flota estadounidense en el Caribe, China dejó claro que está dispuesta a fortalecer la cooperación militar con América Latina y el Caribe, proyectándose como un socio confiable que busca construir puentes y confianza.

Beijing alza la bandera de una mayor colaboración en seguridad regional durante el 12º Foro de Xiangshan, celebrado del 17 al 19 de septiembre de 2025.
El encuentro, considerado la principal plataforma de diplomacia militar en China, reunió a más de 1.800 delegados de unas 100 naciones. Bajo el lema “Defender el orden global y promover el desarrollo pacífico”, el ministro de Defensa chino, Dong Jun, enfatizó la importancia de ampliar la cooperación regional basada en la confianza, la flexibilidad y el pragmatismo, adelantando “acciones concretas” para fomentar la cooperación multilateral y contribuir a la paz mundial.
Entre los asistentes estuvieron ministros de Defensa, representantes de organismos multilaterales y delegaciones de Naciones Unidas, así como miembros de la ASEAN y la OTAN. La agenda abordó desafíos actuales como la guerra en Ucrania, la crisis en Gaza y el Medio Oriente, la emergencia climática, la evolución de la tecnología militar impulsada por la inteligencia artificial y las discusiones sobre una reformulación del Consejo de Seguridad de la ONU.
En América Latina y el Caribe, dieciocho países participaron defendiendo conceptos de soberanía y autodeterminación, frente a señalamientos de injerencia por parte de Estados Unidos. El ministro cubano de las FAR, Álvaro López Miera, subrayó su alianza estratégica con Beijing. Nicaragua criticó el dominio estadounidense y defendió el derecho a cooperar con aliados, mientras Uruguay, representado por su ministra de Defensa, Sandra Lazo, abogó por diversificar las relaciones en materia de seguridad. Estas posturas contrastan con las advertencias de Washington sobre posibles riesgos geopolíticos al estrechar lazos con China.
Paralelamente, en el Caribe la tensión se escaló. El gobierno de Nicolás Maduro advirtió sobre la amenaza que implica el despliegue militar estadounidense y contempló la posibilidad de declarar un “estado de conmoción exterior”. Entre el 17 y el 20 de septiembre, más de 2.500 efectivos participaron en el ejercicio “Caribe Soberano 200”, presentado como respuesta al fortalecimiento de la Cuarta Flota en la región.
Las alarmas también llegaron desde Puerto Rico, que denunció una remilitarización de la isla, mientras Cuba y Nicaragua mostraron su respaldo a Venezuela. Maduro convocó el 16 de septiembre a una conferencia extraordinaria de CELAC para abordar la soberanía y la paz en el Caribe, con el apoyo de Gustavo Petro como presidente pro tempore del organismo.
La cita en Beijing, centrada en gobernanza de la seguridad global a través de la cooperación, el respeto al derecho internacional y el multilateralismo, cobra especial relevancia en un Caribe plaguado de tensiones y presión política por parte de Washington.
China, que ha reforzado vínculos con América Latina desde hace dos décadas, empezó por el comercio y la infraestructura, avanzó hacia la energía y la tecnología, y ahora busca avanzar en defensa, posicionándose como un socio que respeta la soberanía regional. Estados Unidos mantiene un enfoque de control y sanciones que dificulta el equilibrio regional.
Cerró el foro con un mensaje claro de Beijing: trabajar hacia un nuevo orden internacional más cooperativo. En Latinoamérica, esa idea resuena en un momento en que la región encara presiones para definir sus propias alianzas. No hay un único Centro de poder ni una única ruta en materia de seguridad, pero la tendencia apunta a una multipolaridad cada vez más marcada.
En el trasfondo, subyace la competencia entre grandes potencias por influencia global, con disputas que abarcan territorios marítimos, recursos, y ámbitos aéreo y digital. Latinoamérica y el Caribe se presentan así como zonas de interés estratégico en un tablero donde Oriente y Occidente compiten por puntos clave de poder.