Caso Gadafi: Sarkozy declarado culpable de conspiración criminal
Sarkozy, expresidente de Francia entre 2007 y 2012, fue declarado culpable de conspiración criminal. No obstante, fue absuelto de otros cargos que pesaban en su contra, como corrupción pasiva, encubrimiento de malversación de fondos públicos y financiación ilegal de una campaña electoral. La lectura completa de la sentencia se esperaba en los próximos minutos.

Tras más de una década de investigaciones y un juicio muy mediático a principios de 2025, la justicia francesa ha dictado un veredicto en el caso que investiga la presunta financiación libia de la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy en 2007.
El veredicto llega tras un proceso que se prolongó durante más de 12 años y que, durante su fase final, centró gran parte de la atención pública en la relación entre fondos provenientes de Libia y la campaña de Sarkozy. Durante los alegatos finales, a finales de marzo, la Fiscalía Nacional Financiera había pedido una pena de siete años de cárcel, 300.000 euros de multa y cinco años de inhabilitación, describiendo a Sarkozy como el “verdadero responsable y patrocinador” de un pacto de corrupción con Muamar Gadafi. Los jueces, sin embargo, han considerado probado el delito de conspiración criminal, pero no han encontrado pruebas suficientes para sostener los otros cargos.
La carga de la fiscalía se apoyaba en la existencia de flujos financieros sospechosos que habrían transitado por circuitos opacos, sin que quede claro cómo se habrían utilizado esas sumas. Sarkozy siempre negó cualquier implicación y ha denunciado manipulaciones. Entre los diez acusados del caso, tres fueron absueltos, entre ellos Eric Woerth, ex-tesorero de la campaña de 2007.
Respecto a la parte acusatoria, Claude Guéant y Brice Hortefeux fueron figuras centrales del juicio. Guéant fue declarado culpable de asociación ilícita, corrupción pasiva, tráfico de influencias, falsificación y blanqueo de capitales con circunstancias agravantes. Hortefeux, entonces tesorero de la Association de soutien à l’action de Nicolas Sarkozy, fue condenado por conspiración criminal entre 2005 y 2007. Los veredictos y las condenas han reconfigurado, de forma contundente, la narrativa de uno de los casos de mayor resonancia política en Francia en las últimas décadas.
Qué hay detrás del caso
La investigación, iniciada en 2013, se centra en la posible financiación secreta de la campaña de Sarkozy en 2007 por parte del régimen libio de Muamar Gadafi. En 2011, tras la caída del régimen libio, varios responsables de Libia afirmaron que se transfirieron fondos significativos para apoyar la candidatura presidencial. En entrevistas y documentos judiciales han surgido afirmaciones sobre entregas de dinero en efectivo y transferencias a través de sociedades pantalla y cuentas offshore.
Entre los testimonios más resonantes, figura el del intermediario Ziad Takieddine, fallecido recientemente en Beirut, quien afirmó haber trasladado varios millones de euros a París. Otros testimonios vinculan a personas cercanas a Gadafi con la entrega de dinero ilícito. Existe, además, un documento publicado por Mediapart en 2012 —un supuesto memorando de servicios libios— que señalaba un compromiso de 50 millones de euros, a pesar de que el gasto oficial de la campaña de Sarkozy en 2007 era de 20 millones.
La investigación ha explorado rutas de dinero en efectivo, movimientos a través de circuitos opacos y cuentas en el extranjero, así como el papel de intermediarios y de figuras políticas ligadas a la campaña. En su momento, Takieddine sostuvo un giro sorprendente al afirmar en 2020 que Sarkozy “no había tocado ni un céntimo”; luego sostuvo lo contrario, reinsertando el debate sobre la financiación de la campaña.
Repercusiones y lectura política
Este caso no es solo un asunto jurídico, sino una cuestión que toca la confianza en la democracia y la transparencia del proceso electoral. La hipótesis, de ser plenamente confirmada, implicaría la injerencia de un Estado extranjero en una soberanía nacional de gran envergadura, con consecuencias profundas para la legitimidad de las elecciones y el equilibrio institucional.
Sarkozy, que ha insistido en su inocencia, afronta una sentencia clave que podría abrir un nuevo capítulo en un proceso que ha marcado para siempre la escena política francesa. Para sus rivales y para quienes han pedido una mayor transparencia en la financiación de campañas, el veredicto de conspiración criminal representa una pieza central para entender el funcionamiento de los mecanismos de poder y la vigilancia judicial en casos de corrupción y financiación ilegal.
Qué esperar ahora
Con la lectura de la sentencia en el horizonte inmediato, los abogados y analistas aguardan los últimos elementos de la resolución, y posibles recursos legales que podrían extender el proceso. Mientras tanto, el caso Gadafi-Caso Sarkozy continúa siendo un referente para debates sobre la integridad electoral y los límites de la cooperación entre estructuras estatales y actores extranjeros en la financiación de campañas.