13 de noviembre de 2025

Caputo presiona a los gobernadores y condiciona el alivio fiscal al apoyo político a las reformas

Caputo consolida su papel como vocero del ala económica más ortodoxa y como ejecutor de una estrategia que combina presión fiscal, disciplina monetaria y alineamiento político como condiciones para sostener el rumbo del plan libertario.

El ministro de Economía, Luis Caputo, endureció su mensaje hacia los gobernadores y dejó en claro que el margen fiscal de las provincias dependerá del respaldo que otorguen al paquete de reformas que impulsa el Gobierno nacional.

“Si los gobernadores quieren una situación más holgada, que apoyen las reformas”, advirtió en declaraciones a LN+, en un tono que marca un giro más exigente en la relación entre la Casa Rosada y los mandatarios provinciales.

Caputo planteó que el verdadero alivio para las finanzas provinciales no vendrá de transferencias discrecionales ni de obras públicas, sino del crecimiento económico. “Si la economía crece, el país recauda más. Se benefician mucho más por el aumento de la recaudación gracias al crecimiento que por una obra más o menos que puedan hacer”, afirmó, estableciendo una ecuación que vincula directamente el éxito de su plan económico con el apoyo político al programa oficial.

El ministro anticipó el envío al Congreso de tres iniciativas clave: la Ley de Presupuesto, el denominado “plan colchón” —destinado a incentivar la exteriorización de dólares no declarados— y una reforma laboral orientada a reducir costos y litigiosidad para las empresas. Según explicó, la propuesta busca reemplazar las indemnizaciones tradicionales por un fondo de cese, disminuir cargas patronales y promover la formalización del empleo.

Detrás del mensaje técnico, Caputo desplegó una estrategia política clara: condicionar el financiamiento y los recursos a la adhesión a las reformas. En un contexto en el que el Gobierno intenta relanzar su agenda legislativa y consolidar una nueva mayoría en el Congreso, el ministro posiciona al crecimiento y la disciplina fiscal como ejes no negociables del modelo libertario.

El mensaje también se inscribe en una narrativa de optimismo económico. Caputo aseguró que, tras las elecciones, “hubo un cambio inmediato” en las expectativas y pronosticó un crecimiento del 5 o 6% para el año próximo. Sostuvo además que el país “convergerá a inflaciones internacionales” en los próximos 12 meses y defendió el actual esquema cambiario por su capacidad de “eliminar la volatilidad”.

En el trasfondo, su advertencia a los gobernadores refuerza la lógica de poder del Gobierno: la estabilidad macroeconómica y el acceso a mayores recursos dependen del acompañamiento político a las reformas estructurales.

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