Argentina clasificó a los cuartos de final del básquet masculino en Tokio 2020
El seleccionado masculino de básquetbol alcanzó los cuartos de final de la competencia en los Juegos Olímpicos de Tokio, al derrotar al local Japón, por 97-77, en un partido correspondiente a la última fecha de la zona C en la etapa clasificatoria.

De esta manera, el equipo argentino, que dirige Sergio Hernández, obtuvo el pasaporte como uno de los mejores terceros (el otro resultó Alemania) y se medirá en la siguiente instancia ante Australia o Francia.
Luis Scola, máximo goleador histórico del seleccionado, resultó –una vez más- la principal referencia de ataque del combinado albiceleste, con un saldo de 23 puntos (4-13 en dobles, 5-8 en triples), 10 rebotes, un recupero y un bloqueo en los 26 minutos que permaneció en cancha.
Facundo Campazzo redondeó otra más que aceptable producción, con 17 puntos (0-2 en dobles, 5-9 en triples, 2-3 en libres), 11 asistencias y 7 rebotes en 25 minutos en cancha. Mientras que Marcos Delía, en tanto, asumió un inesperado rol protagónico durante buena parte del primer período y finalizó con un convincente balance de 14 tantos (6-9 en dobles, 2-2 en libres), 7 rebotes, un robo y una tapa.
El triunfo argentino no estuvo nunca comprometido porque el equipo japonés que dirige el argentino Julio Lamas, exentrenador del seleccionado albiceleste en Londres 2012, mostró ser un conjunto liviano, con una contextura física menor a la de su oponente y con un tándem de figuras como Rui Hachimura (Washington Wizards) –Yuta Watanabe (Toronto Raptors), que sólo funcionó, de a ratos.
Argentina exhibió errores que se repitieron de los encuentros anteriores con Eslovenia (100-118) y España (71-81).
El equipo abusó de la incidencia del tiro exterior (14-36 en triples) y no tuvo fluidez en la circulación. Además prefirió no cargar el juego con penetraciones hacia el canasto adversario, más allá de que las licencias que otorgaba Japón permitían ilusionarse con obtener mayores réditos en esos eventuales ‘uno contra uno’.
Sin embargo, el albiceleste también fue permeable en defensa (a excepción del primer cuarto) y le posibilitó ‘correr la cancha’ a un combinado asiático que tuvo en Yudai Baba (18 tantos, 7 rebotes y 3 asistencias) a su principal arma.
