13 de noviembre de 2025

Alimentazo en Plaza de Mayo denuncia un modelo agroexportador que asfixia a pequeños productores y al consumo

La movilización no solo es un grito de auxilio por la crisis de precios y rentabilidad, sino un llamado a un cambio de paradigma. El sector propone un «campo soberano, justo y sustentable» con alimentos sanos a precios accesibles, contrastando radicalmente con el modelo actual que, en palabras de los productores, «concentra la tierra, desmantela herramientas públicas y empuja a la pobreza tanto a productores como a consumidores».

Ph: Línea Sindical

La Mesa Agroalimentaria Argentina (MAA) llevará a cabo un contundente «Alimentazo» en Plaza de Mayo, con la entrega de 20 mil kilos de producción, como una acción de protesta que trasciende la simple visibilización: es la denuncia crítica del sector campesino y cooperativo contra un modelo económico que, según acusan, está diseñada para beneficiar a la gran exportación mientras desmantela el mercado interno y asfixia a los pequeños y medianos productores.

El análisis del sector es lapidario: el esquema del Gobierno de Javier Milei, al «favorecer a los grandes grupos exportadores, las petroleras y los pooles de siembra», ha generado una profunda crisis que abarca desde la producción de yerba en Misiones, donde el precio no cubre los costos, hasta la vitivinicultura, golpeada por una caída del consumo interno que genera un sobrestock insostenible.

Esta situación se agrava en los cinturones hortícolas, donde la disparada de insumos, fletes y alquileres de la tierra los empuja al «endeudamiento crónico».

La MAA apunta directamente al desequilibrio sistémico: mientras miles de familias argentinas no pueden acceder a alimentos (el consumo de carne cayó al nivel más bajo en cien años y el de frutas y verduras hasta un 40%), los pequeños productores se ven obligados a «pasar la rastra a nuestra producción porque no había precio ni mercado».

Esta paradoja —superproducción en el campo y hambre en las ciudades— es el principal foco de crítica al modelo agroexportador actual, que prioriza la divisa externa por encima de la seguridad y la soberanía alimentaria nacional.

La crítica se extiende al desmantelamiento de las políticas públicas. La MAA denuncia que el Gobierno «privilegia a las grandes exportadoras con beneficios extraordinarios» (acceso a dólares preferenciales y rebajas impositivas), mientras desfinancia y elimina programas clave como el apoyo a la agricultura familiar, los fondos del INTA y las iniciativas de asistencia técnica.

Esta polarización de recursos y beneficios, señalan, está consolidando el poder de los grandes grupos y provocando la «pérdida de producción» en el sector mediano, sin posibilidad de encarar la próxima campaña.

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