Alemania advierte que la crisis en la industria del acero podría causar pérdidas de 50.000 millones de euros
Expertos advierten que, si no se actúa con rapidez, Alemania podría perder su papel como centro industrial y experimentar una deslocalización masiva que tendría consecuencias devastadoras para su economía. La situación exige una respuesta coordinada para garantizar la sostenibilidad del sector y la protección de millones de empleos en todo el país.

Alemania enfrenta una profunda crisis en su industria siderúrgica, que podría traducirse en pérdidas económicas millonarias y en la pérdida de miles de empleos si no se toman medidas urgentes.
La Cancillería, liderada por Friedrich Merz, ha convocado una cumbre sobre el sector para abordar el problema, que afecta a aproximadamente 605.000 puestos de trabajo en el país, incluyendo empleos en empresas proveedoras y clientes de la industria del acero.
La raíz del problema radica en los altos costes de producción, impulsados por los elevados precios de la energía, que encarecen la fabricación de acero en un contexto donde la competencia extranjera, especialmente la china y las importaciones baratas, se intensifica. La pérdida de competitividad alemana ha provocado que el acero producido en el país pierda cuota de mercado frente a las importaciones, amenazando con deslocalizar la producción y desatar un éxodo industrial.
Según un estudio encargado por la Fundación Hans Böckler y realizado por la Universidad de Mannheim, si la crisis persiste, Alemania podría perder hasta 50.000 millones de euros en valor añadido anualmente, además de 30.000 empleos. Sectores clave como la automoción, la ingeniería eléctrica y la metalurgia estarían particularmente afectados, poniendo en riesgo la fortaleza industrial del país.
La competencia internacional se ve agravada por las ayudas masivas que China ha otorgado a su industria siderúrgica, permitiéndole producir y vender acero a precios muy bajos, mientras que Estados Unidos ha respondido con aranceles del 50% a las importaciones europeas. La Unión Europea, que en 2024 prevé una reducción en su producción de acero, busca duplicar los aranceles existentes y fortalecer las medidas antidumping para proteger a su sector.
