12 de julio de 2025

Aburrido empate en la remozada Bombonera y el hincha exige que Boca Juniors se «mueva»

El Xeneize y el Halcón de Varela empataron sin goles durante un partido aburrido por la cuarta fecha de la Copa de la Liga. Pareciera ser que el nuevo Boca, el Boca de Martínez, no entendió que La Bombonera es el templo el fútbol donde se adoran a las deidades que construyen el mito de Boca Juniors. Nada más para decir. La hinchada perdió la paciencia.

La Bombonera no es un teatro, es un organismo vivo que te aprueba o te repele y jugar en La Bombonera no es asemeja a ver una obra de teatro que aplaudes con frialdad al final del partido, a pesar de que el juego resultó un fiasco. Jugar en Bombonera no admite otro resultado que ganar y si fallas, no das vuelta la página y a otra cosa.

Boca Juniors y Defensa y Justicia jugaron un pobre partido, no se sacaron ventaja en ninguna alternativa y empataron, en el templo del fútbol, 0 a 0. La impaciencia se derramó de las tribunas de un remozado estadio que no perdona, ni olvida.

Por la fecha 4 del Grupo B, Boca volvía a jugar en su casa de forma oficial desde noviembre del año pasado cuando se cerró el calendario de partidos y se montaron las carpas en el campo de juego para votar nuevo presidente el 3 de diciembre. Lo demás es historia ya contada. La suspensión de las elecciones y el resembrado del césped y el tiempo que esto demandó.

El Xeneize recibía Defensa y Justicia con la idea de acercarse al lote de los cuatro mejores de la Copa de la Liga. Ambos equipos buscaban una victoria, Boca con 5 puntos luego de dos empates y un triunfo y el Halcón con 6, dos victorias seguidas.

El primer tiempo fue un reparto de paridad. Los equipos buscaron el protagonismo y se fueron diluyendo con el correr de los minutos. No se sacaban ventajas. Sin claridad, sin volumen de juego, sin identidad. Ambos se repartieron las situaciones de peligro en las áreas, ninguna.

Sólo una situación con polémica que hubiera cambiado el rumbo del partido tuvo como actor principal a Soto quien fingió una falta en el área de Romero a merced de un cruce de Blondel y que Baliño compró sancionando penal. Pero llamó el VAR y se dio marcha atrás.

Ya en el complemento, nada cambió. Todo siguió igual. Boca tuvo las mejores chanches de romper el cero absoluto, y la jugada a destacar fue un centro al corazón del área y que Fiermarín despejó con los puños por encima del cuerpo de Advíncula. Blondel capturó el despeje y el remate pegó en el travesaño. El partido terminó igualado sin goles.

La hinchada habló. Nadie se quedó en silencio. El “Movete, Boca, movete…” descendió de las tribunas y lo preocupante es que recién van 4 fechas con nuevo técnico. Pol Fernández que salía y Frank Fabra que ingresaba, ambos en la misma ventana abierta a los 43 minutos del segundo tiempo, fueron el blanco de los silbidos de los hinchas que tensaron aún más su resistencia hacia los jugadores.

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