15 de julio de 2025

La foto viral de una torta de barro y el gesto sencillo que cambió la historia

Una foto puede ser el disparador de una historia emocionante en tiempos de pandemia y a veces, la solidaridad de personas comunes puede ensanchar los corazones y cambiar la historia para siempre. Una foto tomada por una madre emocionada, subida a una red social y replicada cientos de veces por familiares, amigos y desconocidos, cambiaron para siempre el 21 de septiembre en la vida de Valeria, quien recibió una sorpresa maravillosa en su cumpleaños.

La historia de ésta primavera 2020 que nos encuentra con protocolos sanitarios y restricciones para circular por la aparición del Covid-19, será la que protagonizaron los efectivos policiales de la Comisaría Comunitaria N°33 de Sumampa, quienes llenaron de alegría el cumpleaños de una niña de 7 años que vive en el barrio Norte tras conocer la historia detrás de un juego.

En Sumampa, durante las últimas horas se viralizó una fotografía subida a Whatsapp por una joven madre, donde se puede ver a un grupo de niños “jugando al cumpleaños”.

Sucede que una de las pequeñas del grupo celebraba sus 7 años motivo por el cual su familia, como no se puede realizar una fiesta debido a los protocolos preventivos y sanitarios del distanciamiento social, sólo organizó un almuerzo familiar y luego mandaron a los niños a jugar.

La hija de la mujer cumplía 7 años y al resto de los niños se les ocurrió la genial idea de fabricar una torta de barro, colocarle una vela común para que la cumpleañera la soplara mientras todos cantaban la canción del feliz cumpleaños.

“Con una torta de barro y decorada con algunos adornos, ellos quisieron festejar el cumple. Son tan felices y con tan poco”, escribió la madre de la niña luego de publicar la foto y nunca imaginó lo que sucedería después.

La imagen se viralizó, surcó los espacios virtuales. Se multiplicó por cientos de usuarios y la inocente travesura de los niños llegó hasta la mismísima Comisaría de Sumampa, donde los integrantes de la guardia, ocupados en los quehaceres propios de su función, no pudieron obviar y la ternura se mezcló con la emoción y surgió la idea que les pareció bien a todos los uniformados que salieron a comprar “una torta de verdad”, algunas cositas dulces, globos para decorar y la gaseosa. El cumpleaños ya estaba en marcha.

Grande fue la sorpresa cuando al barrio Norte llegó la Policía, llamó a la puerta de entrada de la casa de Valeria Trinidad Sánchez, y le contaron a su madre que habían visto la foto y que querían colaborar para que la pequeña, junto a sus hermanos y primos que viven en el mismo terreno, tuviera “un cumpleaños de verdad”.

La emoción y la sorpresa comenzó a brotar en los ojos de todos y la familia no terminaba de entender y de agradecer la actitud de los policías, quienes les dijeron a los niños que se preparasen, que tenían una sorpresa y allí armaron las mesas, inflaron los globos y cuando la cumpleañera recibió a sus invitados, la felicidad fue plena. Un sueño se estaba cumpliendo y un gesto sencillo acabó cambiando la historia.

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