Naturalizar 3 muertes por Covid-19 es no entender que la amenaza está latente
El Coronavirus en Santiago del Estero está dejando un saldo negativo que como sociedad deberíamos entender, para poder revertir. Porque si nos quedamos con la frialdad de los números que dirá que fueron 3 los fallecidos en la jornada de este miércoles, a quienes se suman los 78 casos positivos y los 32 recuperados, estaríamos naturalizando las causas y las consecuencias de la Pandemia, cuando lo cierto es que esas muertes y esos contagios ya no son anónimos y lejanos y se convirtieron en familiares, amigos, vecinos y conocidos.

El Ministerio de Salud de la provincia dio a conocer los datos de los contagios por Covid-19 en horas de la tarde como es su costumbre y además informó del fallecimiento de un vecino de la ciudad de La Banda de 64 años, víctima del Coronavirus. La tercera en 24 horas.
Al parecer, el hombre padecía de patologías previas de carácter neurológico y respiratorio, que complejizaron su caso y por lo que se hallaba internado en la UTI del CIS Banda desde el domingo último y su muerte elevó a 21 los decesos en nuestra provincia por la enfermedad. Sería la tercera en 24 horas, solamente en la Cuna de Poetas y Cantores, ya que al mediodía se había dado a conocer el fallecimiento de dos mujeres de 39 y 48 años en esa ciudad.
El informe de la cartera de Salud expresa con datos precisos que son 78 los nuevos casos de Covid-19 en nuestra provincia sobre 494 muestras procesadas, lo que engrosaría la estadística de contagios activos llevándolos a 1059, lo que representaría un total de 1556 casos positivos detectados desde el inicio de la pandemia.
Además, la distribución de los casos en el territorio menciona a 64 en el distrito de mayor densidad poblacional de la provincia, Santiago Capital y la Banda; mientras que el resto se ubica en Loreto con 5, Fernández con 3, Quimilí 2, Las Termas de Río Hondo 1, Real Sayana 1, Colonia Dora 1 y Añatuya 1.
Del total de contagios, dice el informe, hoy se reportaron 32 casos de pacientes recuperados, elevando a 467 personas que superaron los efectos del virus, 1979 personas finalizaron el aislamiento preventivo obligatorio y 16 continúan con seguimiento epidemiológico.
Datos. Sólo son datos y números pero su interpretación son además parte de la solución de un problema. Si como sociedad se toma conciencia de la virulencia de un virus desconocido, de las ingentes tareas de prevención sanitaria que se realiza desde las esferas del gobierno y sus organismos, el trabajo muchas veces en condiciones de riesgo para el personal policial y de salud, y que esos números tienen nombres, familias y que ya no estarán cuando los mencionen, otra sería la realidad.
Si los datos no movilizan, que sean los nombres no dichos o los rostros ausentes que cada vez están más cerca de ser los que reconocemos como nuestros y que bien podrían ser nuestros seres amados. Respetar las normas establecidas no es coartar la libertad de nadie, sino una manera de contrarrestar los efectos que ya está causando estragos en la sociedad santiagueña pero que pareciera no importarle mucho a algunos.