La construcción ideológica de la sexualidad y el Estado cómplice (Parte III)
En esta tercera entrega, la visión del profesor Martínez sobre la sexualidad cobrará vida con un fundamento bíblico. Postulará la necesidad que tiene la iglesia cristiana por fortalecer aquellos principios fundacionales que quedan invisibilizados por la cultura y el uso que hacen de ella las sociedades y el Estado, en procura de una sexualidad ideologizada. Los objetivos que plantea el profesional, se extienden más allá de una marcha pro-vida y propone profundizarlos porque afianzaría verdades y valores contraculturales que, suponemos, la sociedad no estaría dispuesta a soportar.

Ante la emancipación de la ideología de género en el mundo actual, la Iglesia de Jesucristo debe cobrar notoriedad en su accionar y pregonar evangelizador. Si bien es cierto que las movilizaciones sociales y levantamientos a favor del niño por nacer fueron impulsadas en su totalidad por grupos evangélicos Pro Vida, al presente se detectan huecos continuos de enardecimiento[1] por la proclamación verídica, contextual y fehaciente de las Sagradas Escrituras.
De manera que es imprescindible trazar y recordar la verdadera misión del creyente en el mundo pos moderno, ante la constante persecución bio-psico-socio-espiritual de la corriente ideológica actual.
- Justificar firmemente la veracidad de la sexualidad binomial como una creación divina y avalada a lo largo de los años por la ciencia, la biología y medicina (aunque no lo reconozcan directamente). Caso contrario, se debe proclamar sin miedo ni especulación las consecuencias irreversibles que tiene en la eternidad la decisión de inclinarse hacia otra forma de orientación sexual que no sea la derivada del diseño original.
- Defender con basamento teológico, psicológico, biológico y cultural, la conformación de la familia monogámico como la unión compatible y viable de reproducción, procreación y perpetuación de la especie humana.
- La vida es la esencia de la creación de Dios y como tal, debemos honrarla y defenderla según los preceptos bíblicos, los derechos internacionales del niño por nacer y la reivindicación de los valores humanos, a fin de que el concepto de vida no sea transgiversado ni manipulado por derechos absurdos que intentan instalarse en los países democráticos y constitucionales.
- Reconocer que los tiempos advenedizos promueven la persecución en todas las esferas de la sociedad incluida la iglesia cristiana evangélica. En tal sentido, se torna urgente e imprescindible vindicar el valor de la vida, mediante el retorno inmediato al significado de la reproducción, procreación y perpetuación de la sexualidad; cualidades básicas para la continuidad de la vida y la especie humana.
Retornar a la verdad de la Palabra de Dios a través del compromiso de exponer la metanarración de las escrituras en toda su esencia divina. Se debe realizar un esfuerzo enorme y responsable por contextualizar las verdades bíblicas a fin de que, el hombre impío no convierta en libertinaje la Gracia de Dios[2].
[1] Leer Hechos 17:16-17 Biblia, Versión Reina Valera 1960.
[2] Leer Judas 1:4 Biblia Versión Reina Valera 1960.