Julian Assange no será extraditado a EE.UU. así lo dictaminó una jueza británica
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, “no podrá ser extraditado a Estados Unidos porque padece problemas de salud mental y tendencia al suicidio”, palabras más, palabras menos, ese fue el tenor de la Corte británica que dictaminó en contra del pedido interpuesto en contra del australiano de 49 años para ser juzgado por espionaje.

La jueza Vanessa Baraitser consideró en el dictamen que ha quedado «demostrado» que Assange de 49 años, podría quitarse la vida si es extraditado a EE.UU. donde enfrentaría un juicio tras ser acusado de publicar documentos clasificados entre 2010 y 2011, porque según las autoridades norteamericanas, las filtraciones violaron la ley y pusieron en peligro la vida de los ciudadanos.
Además, ayer se dio a conocer la nominación del activista para el Premio Nobel de la Paz, precisamente por haber dado a conocer los documentos clasificados por los cuales hoy se pretende rinda cuentas ante la Justicia.
La nominación se produjo unas 24 horas antes de conocerse el dictamen de la jueza Baraitser y en ella se argumenta que Julian Assange puso en riesgo su vida para publicar las sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos de un país como Estados únidos.
El australiano, quien ha luchado durante años contra la extradición dice que el caso tiene motivaciones políticas ya que dio a conocer documentos militares secretos y cables diplomáticos sobre actividades poco menos que irregulares y acciones atroces y abusos cometidos por Estados Unidos en Irak y Afganistán.
Julian Assange siempre sostuvo que el gobierno norteamericano, niega judicialmente la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos al no reconocer su derecho de publicar información por su condición de periodista, lo cual estaría enmarcado en una clara violación de los Derechos Humanos.
Como se recordará, en 2019 Assange fue detenido en Londres, en la embajada de Ecuador, donde buscó asilo 7 años antes e incluso se le otorgó la carta de ciudadanía pero al asumir un nuevo gobierno, el asilo acabó y de allí fue trasladado en una prisión de máxima seguridad de Belmarsh, a unos 25 kilómetros del centro político de Londres, donde hoy se encuentra alojado.