13 de noviembre de 2025

Santilli asumió en Interior como operador político de Milei y busca apoyo provincial para las reformas estructurales

Con su desembarco, el Gobierno apuesta a equilibrar el peso ideológico del gabinete con una figura de perfil político y experiencia territorial, en un momento en que la gestión libertaria necesita transformar su capital discursivo en gobernabilidad efectiva.

Ph: Agencia NA

Diego Santilli juró este martes como nuevo ministro del Interior y asumió con una misión clave: tejer acuerdos con los gobernadores para garantizar el respaldo político a las reformas que impulsa el presidente Javier Milei.

En una ceremonia austera realizada en el Salón Blanco de la Casa Rosada, el exdiputado del PRO prometió trabajar “por las reformas estructurales que el país necesita” y adelantó que iniciará una gira por varias provincias para consolidar alianzas.

La presencia de referentes del PRO y la ausencia de Mauricio Macri marcaron el tono político del acto. Consultado sobre el expresidente, Santilli evitó la polémica y habló de una “ceremonia chica y austera”, buscando mantener un perfil institucional y funcional a la estrategia libertaria.

El flamante ministro ya venía desempeñando su nuevo rol desde que Milei le comunicó su designación en Olivos hace dos semanas. Desde entonces, inició una ronda de reuniones con mandatarios provinciales junto al jefe de Gabinete, Manuel Adorni. A partir de este miércoles, comenzará una gira que incluirá encuentros con al menos diez gobernadores firmantes del Pacto de Mayo, entre ellos Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Gustavo Sáenz (Salta).

La tarea de Santilli será decisiva: asegurar los votos en el Congreso para avanzar con las reformas laboral, tributaria y del Código Penal, pilares del programa económico y político del Gobierno. En un escenario de fragilidad legislativa y tensiones con sectores dialoguistas, el nuevo ministro del Interior asume como pieza clave del dispositivo político de Milei, encargado de traducir el discurso de la “revolución libertaria” en acuerdos concretos.

En ese contexto, Santilli también buscó bajar el tono a las tensiones internas por el control del Renaper, que finalmente permanecerá bajo su órbita tras un intento de traspaso al Ministerio de Seguridad. “No estoy acá por los cargos, vine a cumplir la tarea que me encomendó el Presidente”, afirmó, marcando distancia de las disputas de poder y reforzando su rol como articulador entre la Casa Rosada y las provincias.

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