River no supo y no pudo ante un Arsenal de contratiempos futbolísticos y una férrea defensa

Al igual que ante Racing, el equipo de Marcelo Gallardo no pudo ni supo cómo vulnerar la férrea defensa de Arsenal, que bloqueó espacios y lo redujo a movimientos demasiado obvios.
River ocupa el segundo lugar de la tabla de posiciones y a priori, es un dato positivo. Claro está, cuando finalice la fecha 8 puede terminar nuevamente afuera de los puestos de clasificación a la Fase Final.
Pero el equipo de Gallardo, aunque es inevitable, no puede poner el foco solamente en los rivales, porque su principal adversario hoy es River mismo y esa previsibilidad por la cual varios oponentes parecen haberle agarrado la mano.
Como hace una semana, después del partido con Racing, se hablará de la línea de seis, siete u ocho defensores que terminó parando Rondina cuando quedó en inferioridad numérica. Y sí, para nadie es cómodo que pasen los minutos y el adversario, por más inferior que parezca Arsenal en los papeles, no deje espacios en los últimos metros.
Pero un equipo con la ambición y la mentalidad de los dirigidos por el Muñeco deberán comenzar a resolver ese tipo de situaciones antes que se le cruce el micro delante del arco. En el Viaducto no hubo prácticamente ausencias. Así, no habrá lugar a explicaciones con olor a excusas.
En un hipotético partido decisivo con todos a disposición, la formación sería muy similar a la de este sábado. Entonces, ¿dónde están las fallas para acumular dos partidos sin convertir? Una hipótesis podría ser que, a diferencia de otros momentos de este ciclo, no aparecen esas variantes en el juego para «romperlo».
