14 de noviembre de 2025

Reservas en mínimos históricos: Argentina, a la cola de la región y bajo presión del FMI

El desvío, de unos 3.600 millones de dólares, expone un talón de Aquiles estructural: la extrema fragilidad del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para afrontar eventuales crisis cambiarias.

En su última revisión, el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó al gobierno de Javier Milei un waiver —un perdón técnico— por no haber cumplido con la meta de reservas pactada en el último acuerdo.

Un informe de GMA Capital pone números a esa vulnerabilidad. Argentina cuenta con apenas el 54% de lo que se considera un nivel “ideal” de reservas, y un cuarto de ese stock proviene de desembolsos del propio FMI. En comparación, Chile se ubica en 79%, Brasil en 120% y Uruguay en un robusto 181%. El promedio regional, del 121%, marca una distancia alarmante: el BCRA debería tener unos 93.100 millones de dólares para equipararse, pero solo dispone de 42.114 millones.

La consecuencia de este déficit no es meramente contable. Como advierte GMA, incluso bajo un esquema de flotación administrada, las reservas son el respaldo central para sostener el equilibrio monetario y contener shocks externos como salidas de capitales, déficit comercial o pérdida de confianza en la moneda. Con el colchón actual, Argentina enfrenta cualquier turbulencia sin margen de maniobra.

El FMI, consciente de este riesgo, redujo en 5.000 millones de dólares la meta de fin de año y eliminó la meta intermedia de septiembre, pero mantuvo el objetivo final para 2027. A cambio, reclama un Banco Central más activo en la acumulación de divisas, con estrategias de compra predecibles, similares a las aplicadas por Chile, Colombia o México. El caso chileno es ilustrativo: su plan prevé adquirir 25 millones de dólares diarios hasta 2028, un compromiso sostenido que Argentina no parece en condiciones de replicar.

El horizonte, sin embargo, sigue cargado de obligaciones: entre el Tesoro y el BCRA deben afrontarse vencimientos por 4.400 millones de dólares, lo que obligará a buscar divisas mediante compras en el mercado, colocación de deuda externa o privatizaciones.

En otras palabras, el alivio del waiver no resuelve el problema de fondo: la economía argentina se sostiene sobre un nivel de reservas peligrosamente bajo, con alta dependencia del financiamiento externo y sin un plan claro para reconstruir el escudo que la proteja de la próxima crisis cambiaria.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *