Nueva baja en el Gobierno: renunció el vicecanciller Eduardo Bustamante
La administración de Javier Milei sufrió una nueva baja en su equipo de gestión: Eduardo Bustamante renunció a su cargo como vicecanciller y secretario de Relaciones Exteriores.
Su salida, oficializada en el Boletín Oficial con fecha retroactiva al 18 de julio, marca la segunda partida relevante del entorno presidencial en pocos días.
Bustamante era el número dos en la Cancillería, donde respondía directamente al ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein. Su alejamiento se suma a la reciente renuncia de Demian Reidel, quien se desempeñaba como jefe de Gabinete de Asesores del Presidente y había sido uno de los principales articuladores de la agenda económica internacional del Gobierno.
La resolución que formaliza la dimisión lleva las firmas del propio presidente Javier Milei y del canciller Werthein, y no especifica los motivos de la renuncia. Sin embargo, la salida ocurre en un contexto de inestabilidad dentro de algunas áreas clave del Ejecutivo, especialmente aquellas vinculadas a la política exterior y a la estrategia económica global.
Bustamante había asumido con el inicio del gobierno libertario y, si bien su perfil era bajo, tenía a su cargo funciones diplomáticas sensibles, en un momento en que el país busca redefinir su posición internacional en medio de un giro ideológico hacia el alineamiento con Estados Unidos, Israel y otros aliados occidentales.
Con esta nueva renuncia, la Cancillería pierde una figura central para la coordinación técnica y diplomática, mientras continúan las gestiones del Gobierno para consolidar acuerdos internacionales, como el ingreso a la OCDE y las relaciones bilaterales con potencias estratégicas.
La salida de Bustamante reaviva los interrogantes sobre la estabilidad interna del gabinete y pone nuevamente en foco las tensiones y dificultades para consolidar un equipo de gestión cohesionado, en un contexto de reformas profundas y alta volatilidad política.
