Mitre goleó 4 a 0 a Quilmes en el Único, el día que los hinchas volvieron a la «popu»
Y fue una fiesta nomás. Goleada de Mitre sobre Quilmes por 4 a 0 en el estadio Único Madre de Ciudades y Santiago del Estero está de fiesta. Club Atlético Contundencia es el nuevo nombre de Mitre que no perdonó a los de Facundo Sava que no lograron continuar por la senda triunfal de las tres últimas fechas.

Nada es coincidencia en este partido. La gente en las tribunas y el buen juego en el campo. Mitre comenzó el encuentro decidido a ganarlo ante un Quilmes ordenado pero que no tenía un buen retroceso y dejaba blanco a su rival.
Un minuto sobró y los aurinegros abrieron el marcador. Todavía mucha gente estaba fuera del estadio pugnando por ingresar con los protocolos sanitarios. Fue la primera que tuvieron los locales y la visita sacó del medio para continuar el juego.
Facundo Juárez fue el autor, que aprovechó una contra tras un ataque cervecero, se llevó la pelota, levantó la cabeza, remate potente y gol.
A los 17, una segunda oportunidad aprovechada. Centro desde la derecha, mal despeje de Saracho, la pelota que cae en el punto del penal y Matías Donato que remató alto y fuerte. Era el 2 a 0 que potenció a Mitre, que empujó y metió a Quilmes contra su arco y casi llega al tercero, el Cervecero no podía frenar al local.

Para colmo de males, a los 36, Matías Villarreal cortó una contra de Mitre con la mano, vio la segunda amonestación y se fue expulsado. A los 37 llegó nuevamente Mitre, y tapó Saracho. A los 43, otra contra de Mitre y tapó Saracho.
En la segunda etapa, Mitre complicaba de contra y Quilmes salió al campo con dos modificaciones pero sin ideas ni claridad y a los 10 del complemento llegó otra vez el local, y tapó Saracho.
Pero a los 15, partido liquidado. Otra contra de Mitre y esta vez Saracho no tuvo alternativa ante ex Quilmes, Toloza, que la empujó a la red con un remate abajo para poner el 3 a 0.
A los 44, en otra contra aurinegra, Toloza se escapó por derecha, centro al ras del piso y Pablo Palacios Alvarenga le puso el moño al encuentro. Era el 4 a 0 en la última jugada, porque el árbitro pitó el final y desató la locura.

