Los audios del escándalo por supuestas coimas que comprometerían al Gobierno
En las grabaciones, Spagnuolo admite la existencia de una cadena de corrupción vinculada al área de salud y discapacidad. Allí aparecen mencionados directamente los nombres del Presidente y de su entorno más cercano, en un entramado donde la droguería Suizo Argentina habría sido la intermediaria para canalizar los retornos de fondos.

La difusión de una serie de audios en el programa Argenzuela, conducido por Jorge Rial, reavivó el escándalo que ya había llegado a los tribunales de Comodoro Py: un presunto esquema de cobro y pago de coimas en la compra y provisión de medicamentos que involucra al presidente Javier Milei, su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, al asesor Eduardo “Lule” Menem y al director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo.
Los audios, revelados por el periodista Mauro Federico, son de una crudeza que difícilmente pueda ignorarse. En uno de ellos, Spagnuolo reconoce que “a los prestadores le van a pedir guita”, describiendo un mecanismo sistemático de recaudación.
En otro, afirma haber planteado la situación al propio Milei: “Javier, escuchame, yo estoy denunciando todo el choreo, todo esto, y abajo tengo gente que va a pedir guita”, en una confesión que deja al Presidente no como ajeno, sino como informado de la maniobra.
La figura de Karina Milei aparece con peso propio. En otro tramo, Spagnuolo advierte: “A la primera que se van a llevar puesta es a Karina”, señalándola como una de las principales responsables junto a Lule Menem, de quien asegura: “Está choreando de una manera. A mí me están desfalcando la gente”.
La descripción, además de comprometedora, exhibe el nivel de interna dentro del propio oficialismo, con funcionarios denunciando ser víctimas de los manejos de sus pares.
Si bien en uno de los audios Spagnuolo intenta relativizar el tamaño del “kiosquito” —estimando montos de entre 20 y 30 mil dólares mensuales— en otro reconoce que Karina Milei se llevaría “medio palo para arriba de medicamentos por mes”, lo que coloca la presunta red en una escala de millones de dólares.
El hecho de que las coimas se hubieran articulado desde la ANDIS le otorga a la denuncia un cariz todavía más dramático: hablamos de fondos destinados a la población con discapacidad, un sector históricamente relegado y que hoy atraviesa una crisis agravada por los recortes presupuestarios. Cada peso desviado significa menos terapias, menos prótesis y menos medicamentos para miles de familias que dependen del Estado.
El caso, además, explota en un momento político incómodo para el Gobierno. Apenas días atrás, Diputados rechazó el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad, dejando a Milei en soledad frente a un consenso opositor y social en defensa de ese sector. Ahora, la difusión de estos audios no solo refuerza la denuncia judicial ya presentada, sino que golpea de lleno en la credibilidad del discurso libertario, que se sostiene en la promesa de combatir la corrupción de la “casta”.
Más allá del avance de la justicia, el contenido de los audios instala un dilema político inmediato: ¿puede un presidente seguir presentándose como ajeno a la corrupción cuando su entorno más íntimo aparece en grabaciones discutiendo el reparto de coimas? El contraste entre la retórica del ajuste y la motosierra, y la realidad de un esquema de retornos en la compra de medicamentos, amenaza con convertirse en la mayor crisis de legitimidad del gobierno de Javier Milei.
