2 de diciembre de 2025

Inflación en baja, bolsillo en alza: diciembre llega con una batería de aumentos

Diciembre inicia con una paradoja que ya forma parte del paisaje económico argentino: mientras las consultoras privadas estiman que la inflación de noviembre rondará entre 2,5% y 2,6%, prácticamente todos los servicios esenciales ajustan sus precios al alza. El combustible, el transporte, las prepagas, los alquileres y las tarifas de energía configurarán un mes en el que el índice general de precios baja, pero la realidad cotidiana sube.

El caso del transporte es ilustrativo. Las tarifas mantienen el esquema de actualización programado y registrarán un incremento cercano al 4,4%.

En la Ciudad de Buenos Aires, el boleto de colectivo promediará los $594, y en el conurbano ascenderá a $598. El subte, por su parte, llegará a alrededor de $1.207. La dinámica tarifaria, lejos de moderarse, continúa avanzando a un ritmo que supera a la inflación proyectada.

En el sistema de salud, las cuotas de las prepagas volverán a subir entre 2,1% y 2,5%. Aunque los porcentajes puedan parecer modestos en comparación con el pasado reciente, los valores absolutos cuentan otra historia: un plan individual trepa a $66.300; uno familiar, a $153.300; y los de alta complejidad superan los $200.000. La dispersión de aumentos por empresa confirma que el sector sigue trasladando costos sin una estrategia clara para contenerlos.

El mercado de alquileres, atravesado por un nivel de tensión crónico, también llega a diciembre con incrementos fuertes dependiendo del esquema de actualización. Los acuerdos anuales alcanzan subas de hasta 39,2%, mientras que los contratos semestrales se ajustan 14,1%. En un contexto de expensas en aumento y morosidad elevada, la estabilidad de la oferta no alcanza para equilibrar un mercado que continúa expulsando inquilinos.

En el terreno energético, aunque no haya anuncios de nuevos aumentos para diciembre, las facturas de luz y gas reflejarán el consumo de noviembre con el impacto del Costo Propio de Distribución. Los clientes de Edesur afrontarán un 3,53% adicional y los de Edenor, un 3,6%. La ausencia de incrementos formales no implica alivio en las boletas.

El resultado es un cuadro contradictorio: la inflación baja en los registros, pero los servicios que estructuran la vida diaria no detienen su marcha ascendente. La desconexión entre el índice y la experiencia del consumidor vuelve a poner en discusión la calidad del alivio que sugieren las estadísticas. Diciembre cierra el año con una pregunta: ¿de qué sirve bajar la inflación si el costo de vivir sigue subiendo?

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