14 de noviembre de 2025

El empleo registrado suma ocho meses de caída: el ajuste se profundiza y solo tres sectores crecen

Pese al discurso oficial sobre la estabilización macroeconómica, los datos del propio Gobierno confirman que el ajuste continúa golpeando el empleo registrado, el componente más estable y protegido del mercado laboral argentino.

El mercado laboral formal atraviesa una contracción sostenida que refleja el impacto del ajuste económico sobre la producción y el consumo.

Según los datos oficiales de la Secretaría de Trabajo, en agosto de 2025 se perdieron 11.229 empleos registrados, mientras que la Encuesta de Información Laboral (EIL) anticipa una nueva baja en septiembre (-0,1%). Con ello, el empleo formal acumula ocho meses consecutivos de caída.

El total de personas con trabajo registrado se ubicó en 12.844.725, de las cuales 10.051.165 son asalariados —en el sector privado, público y en casas particulares— y 2.793.560 trabajadores independientes. Todas las categorías asalariadas retrocedieron: el empleo privado cayó 0,2%, el público 0,1% y el doméstico también 0,1%. Desde noviembre de 2023, el sistema perdió 181.512 puestos asalariados privados, lo que marca una de las mayores contracciones de la última década.

El leve crecimiento del trabajo independiente (+1.800 personas) se explica por el aumento de 5.500 monotributistas, mientras se redujo el número de autónomos y beneficiarios del monotributo social. Este fenómeno sugiere una migración desde el empleo formal hacia modalidades más precarias y desprotegidas.

La contracción fue generalizada: nueve sectores redujeron personal, dos se mantuvieron estables y solo tres registraron aumentos —Pesca (+6,1%), Hoteles y restaurantes (+0,2%) y Suministro de electricidad, gas y agua (+0,2%)—.

Los mayores retrocesos se dieron en Intermediación financiera (-0,7%), Explotación de minas y canteras (-0,6%) y Construcción (-0,5%), todos sectores sensibles al nivel de inversión y crédito.

El propio informe oficial reconoce que “a partir de septiembre de 2023 el empleo formal en el sector privado comenzó una etapa de destrucción neta”, que se profundizó durante el primer trimestre de 2024 y que solo logró una recuperación parcial y efímera a fines de ese año. Desde junio de 2025, el retroceso volvió a acentuarse.

El panorama laboral deja en evidencia un deterioro estructural: la pérdida de empleos formales convive con un aumento del trabajo independiente de baja calidad, mientras la recuperación productiva se mantiene estancada.

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