Al grito de Palestina libre: dos personas intentaron agredir a Javier Milei en Israel
El incidente fue rápidamente contenido por el personal de seguridad, aunque no fue un hecho aislado: otra persona, también con una bandera palestina, lo increpó acusándolo de “asesino” y de “apoyar el genocidio”.

Durante su visita oficial a Israel, el presidente Javier Milei fue blanco de un intento de agresión por parte de un manifestante que, al grito de “¡Palestina libre!” y portando una bandera palestina, intentó saltar el vallado de seguridad cuando el mandatario ingresaba a la Universidad Hebrea de Jerusalén.
El hecho ocurrió en un contexto regional e internacional sumamente delicado, marcado por las crecientes críticas a la ofensiva militar israelí sobre Gaza y por la escalada de violencia en Medio Oriente. En ese marco, el alineamiento absoluto de Milei con el gobierno de Benjamín Netanyahu, sin matices ni llamados a la paz, no solo ha generado tensiones en el plano diplomático, sino también reacciones cada vez más visibles en su presencia internacional.
Aunque el incidente no tuvo repercusión significativa en los medios israelíes, puso en evidencia el creciente rechazo que provoca la postura ideológica del presidente argentino en sectores que repudian las políticas del gobierno israelí hacia Palestina. El apoyo irrestricto de Milei a Netanyahu, que incluye su promesa de trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén en 2026, lo ubica en una posición que va a contramano de la postura histórica de neutralidad y equilibrio que Argentina había mantenido en el conflicto árabe-israelí.
Durante su conferencia en la Universidad Hebrea, Milei no solo ratificó esa promesa, sino que profundizó su visión binaria del conflicto: “Es la libertad contra el terror, el bien contra el mal”, sostuvo ante un auditorio que lo recibió con entusiasmo, pero que contrastó con las protestas afuera del recinto. El mandatario ya había formulado esa intención en febrero de 2024, pero hasta el momento no ha dado pasos concretos para cumplirla.
El hecho también ilustra el riesgo que implica convertir la política exterior en un campo de reafirmación ideológica sin una mirada estratégica integral. El respaldo explícito a uno de los gobiernos más cuestionados del mundo por organismos internacionales de derechos humanos, en un contexto de guerra, puede generar consecuencias que trascienden el plano discursivo y ponen en juego la seguridad presidencial y la posición internacional de Argentina.
Si bien la agresión fue contenida y no pasó a mayores, el mensaje fue claro: la figura de Javier Milei despierta rechazo fuera del país, no solo por su estilo provocador, sino por el contenido político de sus alianzas internacionales. El intento de agresión en Jerusalén es una advertencia de que el escenario global no es ajeno al impacto de las decisiones que se toman desde la Casa Rosada. En su afán por reafirmar su visión del mundo, el Presidente corre el riesgo de quedar cada vez más aislado en medio de un conflicto que requiere, ante todo, prudencia y diplomacia.
